El diplomático analiza los estrechos vínculos que cultivan ambos países.
Después de las últimas elecciones en Chile, que culminaron con la implementación en marzo del gobierno del Presidente Sebastián Piñera, una de las prioridades de la embajada suiza en Chile ha sido establecer vínculos directos con el nuevo gobierno. Según explica Arno Wicki, embajador de Suiza en Chile, la buena cooperación con las autoridades chilenas ha sido constante y continua.
«Personalmente, durante la transición del gobierno de Michelle Bachelet al gobierno de Sebastián Piñera, me ha impresionado la madurez y solidez de los procesos democráticos en Chile. Al igual que Suiza, Chile es un país que toma el buen gobierno muy en serio».
-¿Y qué balance se podría hacer de la gestión de la embajada en el último año de relaciones bilaterales?
«Destacaron proyectos concretos en el ámbito de la sustentabilidad, como la visita del buque suizo de la fundación Race for Water, que hace ocho años empezó una campaña global contra la contaminación de plástico de los océanos. Se trata del catamarán solar más grande del mundo, que funciona solo con energías renovables. El interés de Chile fue tan grande que incluso el mismo Presidente Piñera y algunos de sus ministros visitaron el barco en el puerto de Valparaíso. Además, con el programa SuizAgua hemos apoyado a empresas, que son grandes consumidores de agua, con el fin de gestionar de manera holística el uso de este recurso, un tema importantísimo dados los actuales problemas de sequía en Chile. Cabe mencionar también el éxito que tuvo el pabellón y las actividades de Suiza en la Expomin, la feria minera más grande de América Latina, en donde se dio un énfasis especial a temas como cleantech, promoviendo la importancia del uso de tecnologías limpias y sustentables en la industria minera.
El trabajo actual de la embajada también se ha centrado en la creciente comunidad suiza en Chile, abarcando naturalizaciones, cooperación con las numerosas asociaciones helvéticas en Chile y hasta ayuda a ciudadanos suizos en casos de emergencia, entre otros. También asesoramos a empresas suizas que desean exportar a Chile o establecerse aquí, labor que desarrollamos en conjunto con la Cámara Chileno-Suiza de Comercio.
Además, apoyamos numerosos e inspiradores proyectos culturales como la donación a Chile de obras de Violeta Parra o que se refieran a esta artista. Muchas de las obras datan de la época en que ella vivió en Ginebra. También una exposición sobre la labor del diplomático suizo Carl Lutz, quien salvó la vida de más de 60.000 judíos durante la Segunda Guerra Mundial, y numerosos espectáculos musicales».
-Dentro de la cooperación bilateral que desarrollan Chile y Suiza, ¿qué criterios comparten frente a la comunidad internacional?
«Lo esencial es que ambos países comparten los mismos valores, como la democracia, el respeto a los derechos humanos y al medio ambiente, y la libertad comercial. Tenemos la convicción de que las naciones deben trabajar unidas para enfrentar los grandes desafíos del mundo actual y para asegurar la prosperidad para nuestros ciudadanos. Concretamente, trabajamos juntos en el ámbito de las Naciones Unidas apoyando temas como los derechos humanos y el desarrollo sustentable. Apoyamos también el libre comercio y nos oponemos a las tendencias proteccionistas».
-Habiendo asumido hace poco su cargo en Chile, ¿cuál es el sello personal que espera imprimir a su gestión el tiempo que esté en Chile?
«En lo que respecta a las relaciones políticas, este año celebramos los 100 años de presencia diplomática de Suiza en Chile. Por lo que es una buena ocasión para dar nuevos impulsos a nuestra relación política con Chile. Estos lazos se pueden reforzar en múltiples niveles, incluyendo áreas como la ciencia, la educación, las finanzas y el medio ambiente. Para nuestra cooperación bilateral, también podemos aprovechar más las instituciones internacionales ubicadas en Suiza, como las Naciones Unidas y Foro Económico Mundial, ambos con sede en Ginebra.
En el ámbito económico puedo destacar que con alrededor de 200 empresas suizas en Chile, este tipo de cooperación será una prioridad para la embajada. La presencia de estas empresas en el país es extraordinaria si se le compara con el pequeño tamaño de Suiza. Estas emplean a más de 30.000 personas en todo el territorio, a menudo altamente calificadas. La tendencia actual muestra que el nivel de inversión ha aumentado considerablemente. De hecho, las últimas cifras del Banco Central de Chile revelan que Suiza es el 10º país inversionista más importante en el país. A mi juicio hay un gran potencial para posicionar a Chile como base para las inversiones suizas en la región. Con la madurez e internacionalización de la economía chilena, también vemos un potencial para que empresas locales hagan más negocios con Suiza. Por ello, es imprescindible modernizar nuestro acuerdo comercial.
Apoyar a la comunidad suiza es una tarea central de la embajada. Los inmigrantes suizos en Chile han influido en la relación entre ambos países, contribuyendo considerablemente al desarrollo nacional, y también recibiendo mucho a cambio de este bello país. Actualmente, con alrededor de 5.500 suizos registrados en la embajada, el trabajo conjunto con la comunidad suiza será un aspecto muy importante. Personalmente, quisiera exponer, como punto central en mi trabajo, los valores que caracterizan a Suiza. Son factores de éxito y prosperidad que tienen validez en ambos países.
También quisiera apoyar los intercambios directos y los proyectos concretos capaces de aportar vida y sustancia a las relaciones entre Suiza y Chile. Si bien continuaremos trabajando en los temas tradicionales como la sustentabilidad y la formación técnico-profesional, también desarrollaremos otras iniciativas:
En el ámbito de los derechos humanos, estamos poniendo en marcha un proyecto para prevenir la violencia contra los niños.
En el campo de la cultura queremos organizar un intercambio entre una orquesta juvenil suiza y músicos chilenos.
Además, se realizarán nuevos proyectos en astronomía. Y estos son solo algunos ejemplos de lo que esperamos desarrollar».
-¿Qué áreas de la relación bilateral considera usted que se encuentran más débiles y cómo se puede trabajar para fortalecerlas?
«No pienso que haya áreas débiles, sino más bien desafíos que enfrentar. La situación geográfica de Chile y de Suiza, así como la gran distancia que los separa, son algunas de las razones que hacen que ambos tengan prioridades distintas. Lo que exige un esfuerzo mayor para el impulso de nuevas iniciativas comunes, capaces de cultivar las relaciones. El rol de la embajada es justamente construir estos puentes entre ambos países. La amistad, el respecto y los contactos entre ciudadanos y empresas es un aspecto que puede contribuir mucho a este trabajo. En este sentido representar a Suiza en Chile no es solamente una tarea del embajador, sino de muchas personas».
-Si tuviera que recomendar algún lugar de Suiza para que fuera visitado por un grupo de chilenos, ¿cuál sería y por qué?
«Recomiendo una visita a Lucerna, una hermosa ciudad a los pies del lago de los Cuatro Cantones rodeada de montañas, además de una caminata por el pintoresco casco antiguo. Nuestros visitantes chilenos definitivamente deberían hacer también una excursión al Pilatus o a una de las muchas montañas de la región -para los excursionistas que se sientan en forma, recomiendo hacerlo a pie, por supuesto-. Tampoco debiesen perderse una excursión en barco a la pradera Rütli, donde se fundó, según la leyenda el 1 de agosto de 1291, la antigua Confederación Suiza (origen de nuestra fiesta nacional). Lucerna también tiene una gran oferta cultural, incluyendo un festival mundialmente famoso de música clásica y diversas experiencias culinarias. Vale la pena probar una «Lozärner Birewegge», deliciosa y típica tarta de pera. Es una ciudad situada en el corazón de Suiza con excelentes conexiones de tren a todas las partes del país. Al igual que Chile, Suiza tiene muchos paisajes y lugares impresionantes para ver».
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